de dulce primavera,
yo sentada en un banco,
tú,en el bar muy cerca,
fijamente mirabas
hasta causar molestia.
Me parecías muy viejo,
¡llegabas de la guerra...!
Yo,estaba en esa edad
un poco compleja,
esa edad que varía,
entre niña y mujer
que sueña con el amor
y aún gustan las muñecas.
yo no queria lios
pues,si he de ser sincera,
te creía casado y,
eso para mí,siempre fue veda.
Además en mi ser,
algo por vez primera
se gestaba el amor
de un rapaz que de antaño
irrumpía con fuerza.
Pero tú insistente
y en tan larga espera,
al fin lograste un dia,
ya,mi pasión despierta,
dada tu gran constancia,
y aún más tu paciencia,
halla llegado a quererte
con ansias de impaciencia.
Y tus lágrimas y angustia
asumidas en tal época,
cuando mi lejano amor
no atendía a tus promesas,
hoy,que no estás a mi lado
me corroen me enajenan
y tu recuerdo es constante
en mi soledad eterna.